¿Cómo es el rezo para el mal de ojo? Descubre en qué consiste la oración más tradicional para curar el mal de ojo y cómo recitar para curarte de esta creencia popular.
El denominado como mal de ojo es una creencia popular según la cual cualquier persona tiene y presenta la capacidad de producir el mal a otra persona, simplemente con mirarla. Sobre la persona afectada se dice que “le echaron mal de ojo”.
Se trata, por tanto, de una creencia extendida universalmente, a través de una grandísima diversidad de pueblos y culturas. Por ejemplo, en algunas culturas orientales se cree que las personas con ojos claros tienen un mayor poder para hacer mal de ojo.
Es decir, suponen que éstas tienen mucha más envidia, acumulando tanta maldad dentro de sí mismas que tan sólo con fijar su mirada en la persona que envidian, pueden “hechizarla” con el mal de ojo.
El denominado como mal de ojo es una creencia popular según la cual cualquier persona tiene y presenta la capacidad de producir el mal a otra persona, simplemente con mirarla. Sobre la persona afectada se dice que “le echaron mal de ojo”.
Se trata, por tanto, de una creencia extendida universalmente, a través de una grandísima diversidad de pueblos y culturas. Por ejemplo, en algunas culturas orientales se cree que las personas con ojos claros tienen un mayor poder para hacer mal de ojo.
Es decir, suponen que éstas tienen mucha más envidia, acumulando tanta maldad dentro de sí mismas que tan sólo con fijar su mirada en la persona que envidian, pueden “hechizarla” con el mal de ojo.
Según la creencia popular, este mal de ojo puede ser voluntario o involuntario; sea como fuere, la tradición dice que es producto o efecto de la envidia, o incluso de la propia admiración que siente la persona emisora.
¿Qué es el mal de ojo?
Consiste básicamente en una creencia popular supersticiosa, que encontramos de manera extendida en muchísimos pueblos y civilizaciones. Se trata, de hecho, en una creencia bastante arraigada y común en una amplia diversidad de culturas hispanoamericanas y mediterráneas.
Es decir, se considera que el ojeo es causado de manera intencional. O que, en caso de no serlo, proviene del odio o de la envidia que esa persona pueda sentir hacia la “víctima”. No obstante, se cree que existen casos en los que el mal de ojo se produce precisamente “sin querer” (sin una clara intencionalidad).
¿Cómo quitar el mal de ojo?
La tradición de quitar el mal de ojo es a través de un rezo, el cual debe realizarse siempre después de haberse persignado con la señal de la cruz.
Esta manera de quitar el Mal de Ojo ha pasado de generación en generación hasta llegar a nuestros días, la intención con la que se repite les ayudaba a cumplirse y autoprotegerse.
Además de quitar el mal de ojo, existen diferentes formas de protección contra el mal de ojo:
- Colocar en la persona afectada una cinta p pulsera de lana o hilo roja.
- Colgar en la estancia donde la persona trabaja o descansa diferentes amuletos. El más conocido es el ojo turco.
Rezo contra el mal de ojo
Primero de todo hay que persignarse con la señal de la santa cruz. Y luego decir las siguientes palabras:
Jesús dulce nombre de Jesús, donde Jesús se nombró todo el mal se quitó, donde Jesús se ha nombrado todo el mal se ha quitado.
Santa Ana parió a maría, nuestra señora santa Isabel y san juan bautista, así como estas palabras son santas y verdaderas, permíteme señor quitar mal quebranto y espanto que en el cuerpo de (y nombras a la persona) se encuentre.
Credo: creo en dios padre todopoderoso,creador del cielo y de la tierra, creo en Jesucristo su único hijo nuestro señor, que fue concebido por obra y gracia del espíritu santo, nació de santa maría virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la diestra de dios padre todopoderoso, desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el espíritu santo, la santa iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén (repetir por 3 veces).
Se despide diciendo: gloria al padre y al hijo y al espíritu santo, como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén (repetir por 3 veces).
Por último hay que volver persignarse para terminar.
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