Significado de la carta La Estrella
Tarot de Marsella
El arcano de La Estrella, de las estrellas, de los astros, simboliza el cielo estrellado, el influjo de los
astros, la astrología, en nuestras vidas, los puntos luminosos que desde el firmamento o bóveda celeste guían los pasos del hombre durante la noche y le envían sus efluvios inspiradores y vivificantes.
Se trata de un naipe que representa, en especial a Urania, la musa griega de la astronomía; se la representaba coronada de estrellas y midiendo el globo terráqueo con un compás. Asimismo, encarna al planeta Venus, a la buena estrella, a la estrella matutina y la vespertina, y simboliza, por supuesto, a la diosa Venus (Afrodita), así como a la diosa Ishtar, dispensadora de amor y bienes, y a la estrella misteriosa que guió a los Magos de Oriente. Por antonomasia, es la estrella personal que orienta los pasos de cada uno por los vericuetos de la vida terrenal.
Las estrellas que figuran en el naipe, como corona de la musa inspiradora, parecen tener dos significados principales. En primer lugar, la mayor o central se identifica con el Sol (estrella de nuestro sistema solar) y el resto con los siete planetas que se conocían en la antigüedad (es decir, seis y la Tierra, ya que aquí se descuenta el Sol). En segundo lugar, la mayor es Venus y las otras siete, las Pléyades, estrellas que forman un cúmulo abierto en la constelación de Tauro.
Dicho grupo de estrellas recuerdan, en tal caso, a las siete hermanas Hespérides, sobrinas (o hijas) del dios Atlas, que una vez muertas fueron colocadas en el cielo para que sirvieran de orientación a los marineros y a los hombres del campo. Su aparición en primavera indica a los hombres de la mar la estación propicia para la navegación. También se ha querido identificar a las siete estrellas de este arcano con las siete Híades, hermanas de las anteriores, y que forman otro cúmulo abierto en la misma constelación de Tauro, el de las Hyadas o Híades.
Sin embargo, debemos recordar que, en realidad, el cúmulo de las Pléyades está formado por nueve estrellas visibles a simple vista: Alcione, Electra, Atlas, Maya, Mérope, Taigeta, Pleyone, Celeno y Asterope, es decir, por las siete hermanas Hespérides o Pléyades y sus progenitores: Atlas y Pleyone.
Simbolizan, por consiguiente, a las influencias astrales, a las estrellas astrológicas, la guía a través de las esferas celestes. Éste es el arcano al que se refería el eximio poeta hindú Rabindranath Tagore al decir: «Dejarme creer que entre todas las estrellas hay una que guía mi vida a través de lo desconocido». y puede considerarse que es también el concepto al que se refería el genial H. Rider Hagard cuando en su obra La Hija de la Sabiduría escribió: «Contemplo las estrellas que brillan innúmeras en el helado cielo y, ¡milagro!, ahí está Dios vistiendo uno de sus atuendos más maravillosos» .
Para el famoso psicólogo suizo Carl G. Jung, el arcano de La Estrella es el primer resplandor del «sí mismo», una vez restablecido el equilibrio entre el consciente y el inconsciente.
Desde un punto de vista esotérico hay que considerar que la gran estrella que se ve en el arcano es la fuente cósmica de energía que irradia a través de siete estrellas más pequeñas, o sea, las siete «estrellas o puntos interiores» o chakras del cuerpo (centros magnéticos vitales del ser humano). Son, asimismo, los siete rayos de la astrología esotérica postulada por Alice A. Bailey y discípulos.
En la carta se distingue a una bella mujer, desnuda (la madre naturaleza), que está vertiendo el agua o fluido de dos ánfora s o vasijas a un riachuelo, lago o fuente, y a la tierra, es decir, vivificando el inconsciente (agua) y el consciente (tierra), derramando los dones divinos, armonizando y equilibrando lo terrestre. En cierta forma, pues, simboliza las etapas iniciales del desarrollo mental, de la inspiración, de la intuición, del origen de las ideas cósmicas.
De todo ello se desprende que se trata de una carta de buena suerte o positiva, de buen augurio, de esperanza realizadora, de fertilidad, de mejora, etcétera.
Desde el punto de vista mántico o adivinatorio, este naipe representa el sueño y sus revelaciones, los astros y sus predestinaciones, la inspiración y sus frutos espirituales y creativos, la intuición y su luz para hallar el camino adecuado. Expresa, por consiguiente, esperanza de mejoras, posibilidades de obtener lo que se desea, idealismo, estética, amor por lo bello y armónico, intuición, confianza en el destino, consolación ante la adversidad del pasado, sensibilidad, refinamiento, ternura, compasión ante los avatares de los demás, presentimientos, premoniciones inspiración, sexto sentido, luz interna ...
Presagia compás de espera, remanso de paz y meditación, proceso justo y equitativo; clarificación de ideas, posturas y situaciones; visualización del camino a seguir, nuevos proyectos y situaciones personales o familiares, mejores perspectivas futuras.
En el plano íntimo suele expresar buenos sentimientos, corazón magnánimo, deseos de paz y concordia… Mírese como se mire es un naipe de esperanza, alegría, buenas noticias, ilusión; nuevas y mejores perspectivas profesionales, empresariales o familiares; problemas que se solucionan, iniciativas que darán sus frutos, nuevas oportunidades, placeres, diversiones, reuniones agradables, actividades sociales, ayudas, realizaciones y logros personales, sapiencia interior, ilustración, cultura, educación, urbanidad, buen humor, jovialidad, estudios o exámenes que se aprueban.
En el terreno comercial, financiero y profesional se trata de un arcano que anuncia solución de problemas, superación de obstáculos, expectativas positivas, entrada moderada de dinero, buen principio de un comercio o tienda; apertura de conversaciones de colaboración, fusión, integración, etc., con otras empresas; ocasiones comerciales que rendirán beneficios.
En lo creativo es una carta ligada a la poesía, bellas artes, música, literatura danza, canto, artesanía, antigüedades, salas de arte, etcétera. Incluso ha de relacionarse con todo lo concerniente a belleza corporal: peluquería, salones de belleza, alta costura, perfumería, diseño y fabricación de trajes de baño y lencería fina, objetos de regalo y adorno, fotografía, decoración, etcétera.
En profesiones creativas como pintores, artesanos, compositores, cantantes, literatos, dibujantes, actores, actrices, guionistas, conferenciantes, etc., señala que estarán inspirados y prolíficos y que sus obras tendrán aceptación y traerán beneficios y satisfacciones. Es un arcano, pues, que augura premios o reconocimientos profesionales, contratos, esperanzas o proyectos que cristalizan, promesas que se cumplen, obtención de renombre o celebridad.
CUANDO SALE EN POSICIÓN INVERTIDA
Suele expresar frustraciones sentimentales y profesionales, ilusiones que no se cumplen, promesas rotas, desesperanza, decepción, desilusión, desconfianza en los demás, falta de confianza en sí mismo, ceguera espiritual, impiedad, desequilibrio entre lo espiritual y lo sexual, riesgo de dejarse dominar por lo pasional y erótico, insensibilidad, incultura, ignorancia, descortesía, impudor, desvergüenza, insolencia, abandono personal, suciedad, falta de higiene personal, negligencia, indolencia, pasividad, indiscreción, fatalismo, superstición exagerada por lo astrológico o artes adivinatorias, carencia de sentido del deber o de responsabilidad, actitudes antisociales relaciones amorosas inconvenientes, fetichismo sexual, inmadurez sexual, dificultades para ser madre, desengaño sentimental o pérdida del amor que se sentía por otra persona, trabajos o empresas que no dan beneficios, falta de inspiración creativa.
astros, la astrología, en nuestras vidas, los puntos luminosos que desde el firmamento o bóveda celeste guían los pasos del hombre durante la noche y le envían sus efluvios inspiradores y vivificantes.
Se trata de un naipe que representa, en especial a Urania, la musa griega de la astronomía; se la representaba coronada de estrellas y midiendo el globo terráqueo con un compás. Asimismo, encarna al planeta Venus, a la buena estrella, a la estrella matutina y la vespertina, y simboliza, por supuesto, a la diosa Venus (Afrodita), así como a la diosa Ishtar, dispensadora de amor y bienes, y a la estrella misteriosa que guió a los Magos de Oriente. Por antonomasia, es la estrella personal que orienta los pasos de cada uno por los vericuetos de la vida terrenal.
Las estrellas que figuran en el naipe, como corona de la musa inspiradora, parecen tener dos significados principales. En primer lugar, la mayor o central se identifica con el Sol (estrella de nuestro sistema solar) y el resto con los siete planetas que se conocían en la antigüedad (es decir, seis y la Tierra, ya que aquí se descuenta el Sol). En segundo lugar, la mayor es Venus y las otras siete, las Pléyades, estrellas que forman un cúmulo abierto en la constelación de Tauro.
Dicho grupo de estrellas recuerdan, en tal caso, a las siete hermanas Hespérides, sobrinas (o hijas) del dios Atlas, que una vez muertas fueron colocadas en el cielo para que sirvieran de orientación a los marineros y a los hombres del campo. Su aparición en primavera indica a los hombres de la mar la estación propicia para la navegación. También se ha querido identificar a las siete estrellas de este arcano con las siete Híades, hermanas de las anteriores, y que forman otro cúmulo abierto en la misma constelación de Tauro, el de las Hyadas o Híades.
Sin embargo, debemos recordar que, en realidad, el cúmulo de las Pléyades está formado por nueve estrellas visibles a simple vista: Alcione, Electra, Atlas, Maya, Mérope, Taigeta, Pleyone, Celeno y Asterope, es decir, por las siete hermanas Hespérides o Pléyades y sus progenitores: Atlas y Pleyone.
Simbolizan, por consiguiente, a las influencias astrales, a las estrellas astrológicas, la guía a través de las esferas celestes. Éste es el arcano al que se refería el eximio poeta hindú Rabindranath Tagore al decir: «Dejarme creer que entre todas las estrellas hay una que guía mi vida a través de lo desconocido». y puede considerarse que es también el concepto al que se refería el genial H. Rider Hagard cuando en su obra La Hija de la Sabiduría escribió: «Contemplo las estrellas que brillan innúmeras en el helado cielo y, ¡milagro!, ahí está Dios vistiendo uno de sus atuendos más maravillosos» .
Para el famoso psicólogo suizo Carl G. Jung, el arcano de La Estrella es el primer resplandor del «sí mismo», una vez restablecido el equilibrio entre el consciente y el inconsciente.
Desde un punto de vista esotérico hay que considerar que la gran estrella que se ve en el arcano es la fuente cósmica de energía que irradia a través de siete estrellas más pequeñas, o sea, las siete «estrellas o puntos interiores» o chakras del cuerpo (centros magnéticos vitales del ser humano). Son, asimismo, los siete rayos de la astrología esotérica postulada por Alice A. Bailey y discípulos.
En la carta se distingue a una bella mujer, desnuda (la madre naturaleza), que está vertiendo el agua o fluido de dos ánfora s o vasijas a un riachuelo, lago o fuente, y a la tierra, es decir, vivificando el inconsciente (agua) y el consciente (tierra), derramando los dones divinos, armonizando y equilibrando lo terrestre. En cierta forma, pues, simboliza las etapas iniciales del desarrollo mental, de la inspiración, de la intuición, del origen de las ideas cósmicas.
De todo ello se desprende que se trata de una carta de buena suerte o positiva, de buen augurio, de esperanza realizadora, de fertilidad, de mejora, etcétera.
Desde el punto de vista mántico o adivinatorio, este naipe representa el sueño y sus revelaciones, los astros y sus predestinaciones, la inspiración y sus frutos espirituales y creativos, la intuición y su luz para hallar el camino adecuado. Expresa, por consiguiente, esperanza de mejoras, posibilidades de obtener lo que se desea, idealismo, estética, amor por lo bello y armónico, intuición, confianza en el destino, consolación ante la adversidad del pasado, sensibilidad, refinamiento, ternura, compasión ante los avatares de los demás, presentimientos, premoniciones inspiración, sexto sentido, luz interna ...
Presagia compás de espera, remanso de paz y meditación, proceso justo y equitativo; clarificación de ideas, posturas y situaciones; visualización del camino a seguir, nuevos proyectos y situaciones personales o familiares, mejores perspectivas futuras.
En el plano íntimo suele expresar buenos sentimientos, corazón magnánimo, deseos de paz y concordia… Mírese como se mire es un naipe de esperanza, alegría, buenas noticias, ilusión; nuevas y mejores perspectivas profesionales, empresariales o familiares; problemas que se solucionan, iniciativas que darán sus frutos, nuevas oportunidades, placeres, diversiones, reuniones agradables, actividades sociales, ayudas, realizaciones y logros personales, sapiencia interior, ilustración, cultura, educación, urbanidad, buen humor, jovialidad, estudios o exámenes que se aprueban.
En el terreno comercial, financiero y profesional se trata de un arcano que anuncia solución de problemas, superación de obstáculos, expectativas positivas, entrada moderada de dinero, buen principio de un comercio o tienda; apertura de conversaciones de colaboración, fusión, integración, etc., con otras empresas; ocasiones comerciales que rendirán beneficios.
En lo creativo es una carta ligada a la poesía, bellas artes, música, literatura danza, canto, artesanía, antigüedades, salas de arte, etcétera. Incluso ha de relacionarse con todo lo concerniente a belleza corporal: peluquería, salones de belleza, alta costura, perfumería, diseño y fabricación de trajes de baño y lencería fina, objetos de regalo y adorno, fotografía, decoración, etcétera.
En profesiones creativas como pintores, artesanos, compositores, cantantes, literatos, dibujantes, actores, actrices, guionistas, conferenciantes, etc., señala que estarán inspirados y prolíficos y que sus obras tendrán aceptación y traerán beneficios y satisfacciones. Es un arcano, pues, que augura premios o reconocimientos profesionales, contratos, esperanzas o proyectos que cristalizan, promesas que se cumplen, obtención de renombre o celebridad.
CUANDO SALE EN POSICIÓN INVERTIDA
Suele expresar frustraciones sentimentales y profesionales, ilusiones que no se cumplen, promesas rotas, desesperanza, decepción, desilusión, desconfianza en los demás, falta de confianza en sí mismo, ceguera espiritual, impiedad, desequilibrio entre lo espiritual y lo sexual, riesgo de dejarse dominar por lo pasional y erótico, insensibilidad, incultura, ignorancia, descortesía, impudor, desvergüenza, insolencia, abandono personal, suciedad, falta de higiene personal, negligencia, indolencia, pasividad, indiscreción, fatalismo, superstición exagerada por lo astrológico o artes adivinatorias, carencia de sentido del deber o de responsabilidad, actitudes antisociales relaciones amorosas inconvenientes, fetichismo sexual, inmadurez sexual, dificultades para ser madre, desengaño sentimental o pérdida del amor que se sentía por otra persona, trabajos o empresas que no dan beneficios, falta de inspiración creativa.
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