Cada fase lunar trae consigo una energía diferente, idónea para llevar adelante situaciones determinadas. Vas a poder potenciar sus efectos si conoces las características de cada una.
Luna Nueva
Asociada al cambio, la renovación y a nuevos comienzos. Si hace tiempo sentís que necesitas una transformación este es el momento de hacerla. Son días de limpieza espiritual y física, de cuidarnos, comer sano y meditar. Cuando meditamos nos conectamos con nuestras necesidades y deseos más profundos. Esto nos ayuda a fijar nuestras próximas metas y objetivos. Es un buen momento para programar nuestros cristales con nuestras intenciones.
Luna Cuarto Creciente
Este es un momento ideal para colocar nuestra energía en nuevos proyectos ya que la mente está más activa, tenemos las ideas más claras y la energía renovada luego de la fase de Luna Nueva. Es el momento de llevar a la práctica las intenciones que establecimos en la fase anterior. En Cuarto Creciente se potencia el desarrollo, todo crece más fuerte (por ejemplo las plantas)
Luna Llena
Es la luna que tiene más energía de todas. Es momento de expansión, de abrirnos al mundo. Es el momento ideal para cargar nuestros cristales. Coloca tus gemas toda la noche expuestas a la luz de la luna (si las apoyas sobre tierra mucho mejor) y retíralas antes de la salida del sol.
Cuarto Menguante
Es una etapa de introspección, de reflexión, de analizar qué pasó en las fases anteriores. Es un buen momento para cerrar proyectos pendientes o situaciones que nos implican una carga emocional. Es normal sentirse con menos energía estos días. Es un momento ideal para realizar un ritual de limpieza energética sobre nuestros cristales y los espacios donde habitamos.
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